En la espectacular clausura de Rio 2016, se presentó a Tokio 2020

En la espectacular clausura de Rio 2016, se presentó a Tokio 2020

Mientras la cantante brasileña Mariene de Castro interpretaba “Pelo tempo que durar”, la llama olímpica en el Maracaná se apagaba lentamente.

La nostálgica canción compuesta por Marisa Monte ponía fin a 17 días de competencias, sacrificio, pasión, rivalidad y lucha.

“Nada va a permanecer en el estado en que está. Yo sólo pienso en verte a ti, yo sólo te quiero encontrar”, dice la canción que cerró el evento deportivo más grande del planeta.

Millones de aficionados en todo el mundo despidieron semanas plenas de hazañas e historias maravillosas con esa melodía casi íntima, como para dos cómplices enamorados.

Cómplices como las dos jugadoras brasileñas de rugby que se comprometieron y besaron frente a miles de hinchas.

Pero también para los cómplices devotos de los deportes.

De esos que se emocionaron hasta la euforia o las lágrimas con la descomunal cantidad de medallas acumuladas por Michael Phelps, la resurrección del tenista Juan Martín Del Potro, el inalcanzable Usain Bolt, Mariana Pajón levantando su bicicleta con los colores de la bandera de Colombia o el estreno estelar de Simone Biles.

Capítulos que van más allá de la proeza física y son una muestra del poder de la fuerza de voluntad humana.

No por nada las Olimpiadas viene de la Grecia Antigua y sus narraciones épicas.

El desfile de los atletas fue muy otra extensión de la alegría-tristeza que reinaba en un Maracaná feliz por su fiesta pero nostálgico por la despedida.

Los deportistas entraron al Maracaná entremezclados entre diferentes países, con sus medallas al cuello, cargándose a hombros unos a otros, bailando con la música electrónica y la samba que acompañaba su paso.

La lluvia, que caía de forma constante, en algunos momentos con cierta intensidad, no mermó la alegría de los deportistas, que no paraban demoverse y saludar.

Fue el momento para las selfies con la estadounidense Simone Biles, quien se va de Río de Janeiro con cuatro medallas de oro y una de bronce.

Tokio 2020

Tokio, la sede de la próxima edición olímpica, aprovechó la ceremonia de clausura para dar una muestra de lo que prepara para 2020.

Y casi se roban el show. O tal vez sí lo hicieron.

El primer ministro japonés, Shinzo Abe, sorprendió a todos al aparecer disfrazado del emblemático héroe de videojuegos Mario Bros. desde una tubería verde de artificio.

Un videoclip con famosos personajes animados japoneses fue proyectado como anticipo de lo que sucederá en cuatro años.

Series japonesas como Los Supercampeones, Doraemon y Hello Kitty también fueron parte del video.

La bandera olímpica, recogida y doblada en medio del legendario estadio Maracaná de esta ciudad brasileña, fue devuelta por el alcalde de Río de Janeiro, Eduardo Paes, al presidente del Comité Olímpico Internacional, Thomas Bach, quien se la entregó enseguida a la gobernadora de Tokio, Yuriko Koike.

La ceremonia de entrega de bandera simboliza la transferencia de la sede olímpica de una ciudad a su sucesora, con lo que Tokio dio inicio este mismo domingo a su ciclo olímpico.

El acto precedió a una corta presentación artística de lo que Tokio ofrecerá en 2020, una mezcla de tradiciones y tecnologías de punta.

Música, baile, trajes espectaculares, atletas entusiastas, canciones maravillosas y la promesa de una gran cita en Japón dentro de cuatro años.

Así se terminó Río de Janeiro 2016.

Fuente: BBC

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