Ha pasado casi un año desde que Ronda Rousey se subió al octágono por última vez (15-11-2015). Los aficionados esperan con gran expectación su regreso el próximo 30 de diciembre, en el UFC 207 ante Amanda Nunes, pero antes de esa fecha, la estadounidense ha hablado sobre su carrera deportiva. Rousey se pone fecha de caducidad, aunque no aclara cuánto seguirá en activo.

Rousey, de 29 años, fue noqueda en el segundo asalto en su último combate ante Holly Holm. La pérdida de su imbatibilidad, quedándose con un récord de 12-1, ha sido una dura losa para la estadounidense, quién se ha tomado con calma su regreso. Ahora, centrada en su retorno, Rousey vuelve a evidenciar el cansancio que ya había comentado con anterioridad sobre su profesión. Por ello, habla con claridad sobre el futuro de su carrera deportiva, la cual no se extenderá mucho. “Definitivamente va a ser una de mis últimas peleas. Así que mejor que todo el mundo lo vea porque el show no va a durar para siempre”, enuncia.

La peleadora asegura que las últimas semanas de su preparación están siendo lo más duro. “Es la espera. Si la pelea fuera hoy mismo pelearía, después me iría a cenar y no sentiría ningún cansancio. No estaría nerviosa. Pero son semanas y semanas sabiendo que vas a enfrentarte a esa rival, que esa pelea es la cosa más importante de tu vida y que millones de personas te estarán observando. Y es agotador”.

A pesar de ese cansancio, Rousey tiene varios retos todavía por delante. Después de introducir el deporte femenino en la UFC, quiere recuperar su lugar en el peso gallo de la compañía. Por ello, su deseo es retirarse en el número 1 de su peso. Además, como no, de hacerlo con el título. Por último, la estadounidense tiene una gran espina clavada antes de su retirada, la revancha ante Holly Holm.

Fuente: as.com