Los organizadores de los Juegos Olímpicos de Tokio – 2020 mantuvieron su postura y no tienen la intención de cambiar de logo, afirmaron este viernes, rechazando firmemente las acusaciones de plagio.
“Estamos convencidos de que la creación es original”, declaró Toshiro Muto, director general del comité de organización, durante una rueda de prensa.
Un diseñador gráfico belga, Olivier Debie, llevó al Comité Olímpico Internacional delante de la justicia debido al parecido que hay entre una creación suya, el logo del Teatro de Lieja y el logo de los JJOO de Tokio-2020. El juicio está previsto para el 22 de septiembre delante de un tribunal civil de Lieja.
El diseñador japonés, Kenjiro Sano, aseguró por su parte haber “creado el logo desde cero”. Intentó probar su buena fe con unos diagramas y otros documentos describiendo cómo creó el logo.
Si existen puntos en común, el logo de los JJOO dispone de “numerosos elementos” que no se encuentran en la imagen belga, argumentó Muto.
El COI estimó a principios de agosto que el logotipo no representaba ningún problema, señalando que la creación del teatro de Lieja “no estaba protegida”.
Desde esta polémica, Kenjiro Sano fue vinculado con otros plagios. Él reconoció que su equipo “había utilizado parcialmente creaciones de otros” para las ilustraciones publicitarias creadas para la marca japonesa de bebidas Suntory.
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