Willian Pacho, futbolista ecuatoriano del Eintracht Frankfurt, concedió una entrevista para la nueva edición de “Eintracht vom Main” y se refirió al camino que recorrió hasta llegar a este momento de su carrera.
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Am Ende kommt nun mal das zusammen, was zusammengehört!Neue Ausgabe “Eintracht vom Main” inklusive großem Interview mit Willian Pacho 🎙️
Über seinen Weg zum Fußball, seinen früheren Berufswunsch Matrose und darüber, was er am meisten an Deutschland schätzt:… pic.twitter.com/Y0CCnnzD6e
— Eintracht Frankfurt (@Eintracht) February 27, 2024
“Él juega y juega y juega (más de 90 minutos) semana tras semana. Sólo una sanción por tarjeta amarilla ha podido frenarle desde el primer día de partido. Él es la constante en la defensa del Eintracht Frankfurt: Willian Pacho. Aunque el joven ecuatoriano tiene sólo 22 años, siempre muestra buenos resultados con la camiseta del Eintracht y también con la camiseta de la selección nacional de su país (con la que durante las vacaciones internacionales viaja por medio mundo y es también una parte integral allí). ¿Qué motiva a Willian Pacho?, ¿cómo creció el futbolista profesional de la región de Esmeraldas en Ecuador?, ¿cómo le convendrían hoy sus aspiraciones profesionales de antes? De todos estos temas y mucho más habló con Eintracht vom Main”, inició el escrito.
SU SUEÑO DE SER MARINERO Y SU VIDA AMOROSA
Willian, escuchamos que solías querer ser marinero. ¿Es eso correcto? Sí, eso es correcto. Mi madre realmente quería que yo fuera marinero. Por eso siempre tuve en mente esta formación. Creo que si no fuera futbolista probablemente habría sido marinero.
El marinero tiene una novia diferente en cada puerto. ¿Deseable? No lo creo. Tengo novia, así que esto no es un problema para mí. Me alegro de que actualmente esté conmigo en Alemania (durante tres meses).
Ya mencionaste que tu novia se encuentra actualmente en Alemania. Los marineros rara vez ven a sus familias porque viajan mucho. ¿Cómo es contigo? Su familia vive en Ecuador, ¿con qué frecuencia se reúnen? Eso funciona muy bien, intento llamar a la familia siempre que puedo y ahora que existe la tecnología, es más fácil para mí. Cuando estamos juntos lo aprovechamos al máximo.
EL CHICLE Y EL FÚTBOL
¿De qué no puedes prescindir? El fútbol. No creo que pueda renunciar a él. Él siempre está aquí. Siempre necesito la oportunidad de jugar al fútbol.
¿Algo de lo que podrías prescindir más fácilmente?, ¿un balón de fútbol, tu móvil o un chicle? El celular. Siempre llevo chicle conmigo cuando jugamos y, como dije, no funciona sin fútbol.
¿Cómo? y ¿cuándo empezaste a mascar chicle? Fue en mi anterior club, Amberes. Creo que es por el frío que hace aquí en Europa. Cuando hace demasiado frío me apetece mascar chicle, me gusta mucho. Durante cada partido, el chicle también me ayudó a mantener la concentración.
Dicho de otra manera, si te encontraras en una isla desierta, ¿qué tres cosas definitivamente te llevarías contigo? Chicle, pelota de fútbol y plátanos verdes.
¿Te gustan los plátanos? Mi comida favorita son los plátanos verdes y los patacones. A menudo con pollo, camarones o pescado, pero especialmente patacones.
INFANCIA EN ECUADOR Y PRIMEROS PASOS EN EL FÚTBOL
¿Con qué frecuencia has estado en Ecuador desde que llegaste a Europa (en enero de 2022)? Siempre que el tiempo lo permita. Durante el tiempo libre, por supuesto. Antes era más difícil porque no hay embajada de Bélgica en Ecuador. Hay una embajada alemana en Quito, así que es más fácil.
¿La familia ha estado aquí? No, todavía no, pero llegarán en los próximos meses.
Creciste en la provincia ecuatoriana de Esmeraldas. ¿Qué nos puedes contar sobre la región y tu infancia? La época que viví en Esmeraldas fue muy linda. Yo era muy joven cuando fui a la capital, Quito. Hay mucho fútbol allí y muchos niños juegan al fútbol (siguen este deporte). Es una ciudad muy bonita, las playas también son muy interesantes y la comida maravillosa.
¿Cómo llegaste al fútbol? Empecé en Alfaro Moreno de Quinindé, donde nací. Había un profesor en este club que al principio siempre me usaba como delantero centro o, al menos, en ataque. Después logré posicionarme como central o lateral izquierdo, eso me gustó. Luego jugué en varios otros equipos, incluido el Ávila de Quinindé. Entonces me descubrió un ojeador de Independiente del Valle. Me llevó a Quito, donde hice un entrenamiento de prueba con Independiente y luego me mudé allí. Jugué allí hasta la categoría absoluta antes de irme a Amberes.
¿Dónde quedaron los primeros puestos y quiénes fueron los primeros compañeros con los que jugaste al fútbol?, ¿se conocieron después de la escuela? Exacto, después de la escuela. Había un campo de fútbol cerca y todos los que conocía de mi clase iban allí a jugar al fútbol. Cuando terminamos, nos fuimos a casa y nos cambiamos. Luego acordamos una hora para volver a reunirnos y entrenar. Sólo queríamos jugar al fútbol todo el día, pero no siempre entrené porque mi madre a veces no me dejaba. Ella quería que estudiara para la escuela, pero a veces no lo hacía cuando terminaba jugando fútbol.
