Alemania espera sus explicaciones: el día después de la dimisión del presidente de la Federación Alemana (DFB) Wolfgang Niersbach, la leyenda Franz Beckenbauer pasa a primera línea del presunto escándalo alrededor de la obtención del Mundial-2006, cuando él presidía el comité de organización.
Es “el momento” de que se posicione, reclamó Rainer Koch, uno de los dos vicepresidentes junto a Reinhard Rauball, encargados de asegurar el reemplazo en la cabeza de la DFB. Rainer Koch dio cuenta este martes de “un acuerdo firmado por Franz Beckenbauer por Alemania y Jack Warner por la Concacaf” justo antes de que la Copa del Mundo fuese atribuida a Alemania en 2000, confirmando las informaciones de los periódicos Süddeutsche Zeitung y Bild.
Precisó que ese acuerdo “prometía diversos servicios, pero no beneficios financieros directos” y que nada indicaba que había “sido finalizado” ni “influido en el voto de Jack Warner”, antiguo vicepresidente de la Concacaf y de la FIFA, suspendido de por vida desde septiembre. Según una fuente próxima al dosier, el acuerdo llevado a cabo se restringía a la organización de partidos amistosos y la entrega de entradas para esos partidos.
Sin citar a la leyenda del fútbol alemán, el ministro germano de Interior y Deportes, Thomas de Maiziere, declaró el martes esperar “una contribución de todos los que puedan aportar aclaraciones”. “Es por el interés del fútbol y del deporte alemán en general”, añadió.
– ‘Responsabilidad política’ –
Wolfgang Niersbach, anunció el lunes su dimisión: Si ha asumido su “responsabilidad política” en el caso, afirmó que no tenía “personalmente nada que reprocharse” en la organización del Mundial 2006. Y el antiguo jefe del fútbol alemán realizó una declaración enrevesada y llena de insinuaciones expresando su “amargor” por descubrir “once años después de que sucedieran los hechos”, desde la licitación de la Copa del Mundo.
El ‘Kaiser’ es uno de los pocos que puede esclarecer el panorama. Y para el vicepresidente Koch, Beckenbauer debe dejar su silencio para aclarar todos los puntos oscuros, sin “limitarse al asunto de los 6,7 millones de euros” del controvertido pago de la DFB a la FIFA por el intermediario del expresidente de Adidas Robert Louis-Dreyfus.
Esos 6,7 millones no forman parte del contrato entre Beckenbauer y Warner y podrían, según el Spiegel, haber servido para “comprar” los votos asiáticos en la elección del 2000. “QueremosAñadir objeto hacer todo por tener una respuesta para la pregunta: ¿Qué pasó en la asignación del Mundial-2006?”, insistió Koch, subrayando que “por el momento no hay ningún indicio de que la Copa del Mundo fuera de hecho comprada”.
-‘No he desviado dinero hacia nadie’-
Desde el artículo del Spiegel, Beckenbauer, campeón del mundo en 1974 como jugador y en 1990 como seleccionador, sólo se expresó a través de comunicados lacónicos. El primero para negar los sobornos. “Yo no he desviado dinero para nadie para obtener los votos para la atribución de la Copa del Mundo de 2006 en Alemania”, escribió. “Seguro que ningún miembro del Comité de la candidatura ha hecho tal cosa”, añadió.
El segundo comunicado fue para admitir que no debería haber aceptado el pago a la FIFA, supuestamente para servir de garantía para la obtención de una subvención muy importante de la Federación Internacional para la organización del Mundial 2006. “Un error”, reconoció.
Desde entonces, el ‘Papa’ del fútbol alemán no ha dado la cara, atrincherado en sus propiedades en Salzburgo. Extraño en él, generalmente omnipresente en los periódicos y en los platós, especialmente en la cadena Sky en la que era el especialista en la Bundesliga, la Liga de Campeones y la selección alemana. El círculo parece cerrarse en torno al símbolo del fútbol alemán, cuya imagen ha sido corneada, y que apunta a ser objeto de un procedimiento abierto por la Comisión de Ética de la FIFA.
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