El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, anunció sus intenciones y la de sus ministros, de celebrar la Copa América, pese a los reclamos del personal sanitario y gobernadores.

La Conmebol anunció el lunes el cambio de sede para el torneo de selecciones más antiguo del mundo y está decisión ocasionó discrepancias en suelo brasileño. La oposición amenazó públicamente con llevar este problema ante la Corte Suprema.

Por su parte, Jair considera que el país al que gobierna, está en plenitud de condiciones para acoger el torneo continental. El político y militar retirado habló públicamente a favor de que Brasil sea anfitrión del certamen y concedió sus primeras palabras sobre el caso.

“Si es por mí, habrá Copa América. Conversé con todos los ministros interesados en la organización y de mi parte es positivo”, manifestó el presidente brasileño.

“Hay Copa Libertadores, hay Copa Sudamericana, ahora vienen partidos de las Eliminatorias. Nadie dice nada de eso, pero si es la Copa América entonces va a causar aglomeraciones y no se puede jugar”, finalizó el mandatario sobre el desarrollo de los torneos internacionales.

Bolsonaro confirmó que las cuatro sedes, que verán rodar el balón del 13 de junio al 10 de julio, serán: Brasilia, Río de Janeiro, Mato Grosso del Sur y Goiás. Posiblemente Florianópolis se añada a esta lista como quinta sede.

Cabe mencionar que la situación que atraviesa el país más grande de América Latina es precaria, ha padecido 460 mil muertos a raíz de la pandemia del coronavirus y es la segunda nación del mundo en número de víctimas.