Gustavo Alfaro, director técnico del seleccionado ecuatoriano de fútbol, habló en una rueda de prensa desde Asunción sobre el camino que ha tenido que recorrer el Ecuador para llegar a este punto y sobre las impresiones que tiene para este encuentro.

“Yo siempre quise formar un grupo antes que un equipo, desde el primer día traté de inculcarles a los muchachos un sentido de pertenencia y eso se ha transmitido en la cancha, el Ecuador dejó de ser un rival incómodo y se convirtió en un rival a vencer”, comentó el argentino.

“En este proceso siempre se priorizó lo colectivo antes que lo personal, todas mis decisiones dentro y fuera de la cancha han sido pensando en el bien común. Hemos creado un grupo de jugadores que disfrutan entre ellos y que plasman esa buena convivencia en los buenos resultados que nos han traído hasta aquí”, añadió.

En cuanto al partido contra Paraguay en donde el Ecuador puede sellar numéricamente su clasificación a la Copa del Mundo de Qatar 2022, Alfaro señaló que el objetivo siempre será depender de sí mismos y que nota que los jugadores tienen mucha actitud y están deseosos de clasificar por primera vez a la cita mundialista en la gran mayoría de los casos.

“Paraguay va a jugar con catorce elementos nuevos, no es el Paraguay que se quedó matemáticamente fuera del mundial. Su nuevo cuerpo técnico quiere empezar a definir una idea de juego y por eso no tenemos que confiarnos. Nosotros tenemos nuestras bajas pero por suerte tenemos la calidad para suplirlas”, dijo en relación a las bajas de Gonzalo Plata, Alan Franco y Moisés Caicedo.

En cuanto a la situación de Romario Ibarra, Alfaro reveló que se encuentra trabajando de manera diferenciada pero que entre hoy y el miércoles se unirá al grupo para ver como responde a entrenamientos más demandantes, pero que si hay posibilidades de que sume minutos el jueves.

Finalmente, culminó la entrevista diciendo que llegar al mundial siempre ha sido su sueño en sus más de treinta años de carrera como entrenador y que ahora está a una sola victoria de lograrlo y de darle al Ecuador una de las alegrías más grandes que puede tener.