River Plate no supo digerir en la segunda mitad de 2015 su triunfo en la Copa Libertadores, por lo que ahora afronta el Mundial de Clubes inmerso en una crisis de resultados, pero dispuesto a resucitar y llevar el trofeo a sus vitrinas en su primera participación.
Antes, los Millonarios disputaron en dos ocasiones la Copa Intercontinental. En 1986 lograron el título al ganar 1-0 en Tokio al Steaua de Bucarest con un gol del uruguayo Antonio Alzamendi. Diez años más tarde, también en la capital japonesa, el famoso equipo dirigido por Ramón Díaz que contaba en el campo con Juan Pablo Sorín, Ariel Ortega y el uruguayo Enzo Francescoli como capitán perdió 1-0 ante la Juventus, que se impuso con un gol de Alessandro Del Piero en el minuto 81.
Ahora River Plate llega al torneo que reemplazó a la Intercontinental extenuado tras alcanzar su tercera Copa Libertadores en agosto, al superar en la final al Tigres de México (0-0 en la ida, 3-0 en la vuelta). Casi sin tiempo para descansar el equipo dirigido por Marcelo Gallardo viajó a Japón para ganar en Osaka la Copa Suruga con un triunfo 3-0 sobre el equipo local Gamba Osaka. A partir de entonces River Plate se desinfló. En primer lugar perdió al colombiano Teófilo Gutiérrez, Fernando Cavenaghi, Ramiro Funes Mori, Germán Pezzella y Ariel Rojas.
– Crisis de resultados –
“Después de la Libertadores viajamos a Japón y a la vuelta hubo que ocuparse del torneo local, pero la preparación nosotros la habíamos hecho para la parte final de la Libertadores, así que sabíamos que esto podía suceder, pero tenemos tiempo para mejorar”, reconoció Gallardo. Desde agosto, el equipo millonario disputó 18 partidos oficiales con un balance de 5 triunfos, 4 empates y 9 derrotas.
En este periodo cayó ante Huracán en las semifinales de la Copa Sudamericana, en la que defendía título, y finalizó noveno en el torneo argentino, muy lejos del campeón, su gran rival Boca Juniors. Además River seguirá perdiendo piezas importantes. Matías Kranevitter se incorporará al Atlético de Madrid y el uruguayo Carlos Sánchez se integrará al mexicano Monterrey tras el Mundial de Clubes. De esta forma, este torneo es la última oportunidad de sumar un trofeo para el equipo que construyó Marcelo Gallardo desde su llegada en julio de 2014, una máquina de ganar eliminatorias, antes de iniciar una seria renovación.
River, que viajó a Japón el domingo, jugará en Osaka el 16 de diciembre ante el vencedor del duelo de cuartos entre Mazembe africano y el equipo que supere la repesca; el Auckland City o el Sanfrecce Hiroshima, campeón japonés. En caso de ganar ese cruce, el 20 de diciembre podría medirse con el poderoso FC Barcelona de España en la final en Yokohama, con la ilusión de ser otra vez campeón mundial, 29 años después de alzar su única Copa Intercontinental. Los miles de aficionados de River que saltaron a las carreteras de Buenos Aires el domingo para despedir el autobús del plantel bien valen una resurrección.
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