La Asociación de Futbolistas de Ecuador (AFE), a través de su presidente y ex futbolista ecuatoriano, Carlos Tenorio, dio diez días para que la Federación Ecuatoriana de Fútbol (FEF) y de la Liga Pro den una respuesta acerca de la inclusión de ocho jugadores extranjeros por club en cancha en el 2023.
“Si en diez días no tenemos una respuesta de la FEF y de la Liga Pro, armaremos algo para que nos tengan que escuchar, porque este es un tema que sí preocupa, porque son los espacios laborales de los jugadores ecuatorianos los que están en juego con esta decisión”, señaló el mundialista del 2006.
Acotó que no es nada en contra de los futbolistas extranjeros, pero que esta medida quitará chances a los futbolistas nacionales para poder desarrollarse y les privará de oportunidades en el Ecuador.
“No queremos crear controversias ni enfrentamientos, por eso hemos enviados cartas fundamentadas de nuestro reclamo ante la FEF, como ente rector del fútbol ecuatoriano, y de la Liga Pro (que rige y controla el torneo profesional con el aval de la FEF), porque queremos sentarnos a dialogar”, añadió. El exatacante de la selección de Ecuador, aclaró que la reacción del gremio tampoco es en contra de los directivos, sino para defender el escenario deportivo donde trabajan los futbolistas locales.
“En la mayoría de las Ligas, en toda Sudamérica, tienen entre cuatro y hasta seis refuerzos extranjeros en sus filas, por eso es que el fútbol ecuatoriano va de más a menos. Lo que están implementando es una locura, ¿Cómo van a decir que el jugador ecuatoriano es caro? . Eso deben comprobar mostrando los contratos para ver si es así”, expresó ya que la medida fue tomada a partir de que se dijo que el futbolista tricolor tiene un precio más elevado que un foráneo.
El reclamo de la AFE, además de la rueda de prensa brindada por Tenorio, fue puesto a disposición de las autoridades con un comunicado por escrito. Todas las medidas que la AFE considere pertinentes y necesarias quieren hacerlas antes de que se inicie el campeonato a mediados de febrero, por eso, si bien el lapso inicial es de diez días para una respuesta, están dispuestos a dialogar en los próximos treinta días.