Crónica de la interminable tarde de las “vuvuzelas” en el estadio Atahualpa o “repudio espontáneo”

Crónica de la interminable tarde de las “vuvuzelas” en el estadio Atahualpa o “repudio espontáneo”

Fue un día extraño ese martes de finales de marzo. Para quienes hemos asistido a lo largo de los años a los partidos de la querida selección de fútbol, fuimos sorprendidos cuando el ambiente del estadio se llenó del infernal sonido de las vuvuzelas.  Aparte del  feo dolor de oídos, me quedó la sensación de saber quiénes fueron capaces de hacer todo aquello.

Lo que primero se dijo fue llegaron hinchas para alentar a la selección, que hasta familiares de los futbolistas se sumaron a ese festejo.

Hubo terribles fallos de seguridad, algo que ya no es usual cuando juega la Tricolor, fue muy complaciente porque, sorpresivamente, en los accesos al escenario la policía  consideró que las vuvuzelas no eran peligrosas y permitió el ingreso al estadio.

Apenas comenzó el encuentro se empezó a escuchar las famosas “vuvuzelas”  (que están prohibidas por la FIFA) al punto que el ruido se tornó insoportable durante todo el tiempo y provocó una severa contaminación auditiva;

Las teorías de conspiraciones son los fantasmas que me acompañan en esto del Periodismo y me puse a preguntar acá y allá, hasta encontrar las evidencias respectivas; esa tarde sentí que el fútbol ecuatoriano, si algo más le falta en su profunda crisis, fue manchado, vilipendiado, manipulado desde la política.

Los hechos. 

A eso de las 13h15 del día que Ecuador jugaba ante Colombia en el estadio Atahualpa, en el Ministerio del Deporte se  anunció que la Directora de Talento Humano dio la autorización para que los funcionarios y empleados salgan de las dependencias a las 15h00 con rumbo al estadio,  la distancia no es más de tres cuadras y podían ir a pie sin ningún problema.

 Pero, el asesor político de la ministra Pamela Morcillo, indicó que luego de conversar con el viceministro, este había dado la autorización para que la salida sea a la 14h30 y dispuso que se reúnan a esa hora en el coliseo del ministerio para finiquitar los últimos detalles de lo que iban a realizar en el estadio.

El día anterior, el mismo asesor les hizo acuerdo y aclaró lo siguiente de manera literal: “Para quienes no estuvieron en la reunión, estimados NO vamos por el partido, nuestra acción es otra, en caso de alguna duda, favor consultarme”

De inmediato procede a nombrar a los coordinadores para estar al frente de los grupos que actuaron esa tarde en el coso del Batán, a saber:

Coordinador 1: M. A.

Coordinador 2: V. P.

Coordinador 3: P. M.

Coordinador 4: A. A.*

Uno de los chicos que llegó al estadio desde el ministerio del Deporte, presentó su reclamo por lo que estaban haciendo y el asesor político lo reprendió de esta manera: “¿incidentes? ¿A qué vino compa???? Esa es la idea, gritar que se largue ese hpta” que, en el buen entender del día a día, significa hijo de puta.

Al final de la jornada en el estadio Atahualpa, cerca de las 19h00, el asesor político de la ministra Pamela Morcillo, les agradeció así: “Gracias compas, les dimos con todo, carajo” y uno de los coordinadores le respondió: “¡Como debe ser!”

¿Repudio espontáneo? Imposible.

Fue algo muy bien planificado con la venia, al menos, de un viceministro. En términos futboleros, fue para darle al candidato Guillermo Lasso una “vuelta” o “apriete” al puro estilo de los barras bravas.

 *Todos ellos son funcionarios del Ministerio del Deporte.

Esto escribió en su cuenta de Facebook, el asesor político de la ministra de Deporte, Pamela Morcillo, días después:

Crónica de la interminable tarde de las _buvuselas_ en el estadio…

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