Hernán Galíndez, nuevo arquero de Sociedad Deportiva Aucas y golero de la selección ecuatoriana de fútbol, conversó en Jornadas Deportivas sobre sus sensaciones de volver al país, la oportunidad en Aucas, la lucha por el puesto con Damián Frascarelli, su situación en Chile que lo hizo volver y la posibilidad de estar en el Mundial de Catar.

Las sensaciones de volver

“Las primeras sensaciones son de alegría, de sentirme en casa, de felicidad. Hablaba con mi representante y el me decía que cuando vuelvas a Quito vas a ser más famoso. La gente me reconoce mucho más, me da su cariño, su apoyo. Mi representante me dice que me ve con cara de vacaciones.”

La oportunidad en Aucas

“Había estado cerca dos veces de estar en Aucas. Esta era una buena oportunidad. Mis intenciones eran volver al país. Me gustó el proyecto. No ir a la Armenia es raro. A todos los enfrenté. Fui compañero con Juan (Tévez). Todos me recibieron bien, eso me pone contento. El día que enfrente a Católica va a ser medio raro. Tengo mucha ansiedad de volver a los estadios acá, siempre me sentí muy cómodo.”

El respeto hacia los otros equipos

“Siempre intenté manejarme con respeto a los equipos que enfrenté. Mucha gente me habla de la selección y el Mundial, no de Aucas. El respeto que he tenido con los otros equipos me ha dado la oportunidad de jugar en unos distintos. Católica siempre estará en mi corazón. Me gusta que me relacionen con la selección y no con un equipo. Lo más importante es la selección. Uno quiere lo mejor para los equipos ecuatorianos.”

El insertarse en un grupo

“Cuando llegué a la selección, el único miedo que tenía es no ser tratado como un ecuatoriano. El primer día me demostraron que eso no iba a suceder. Me hicieron sentir muy cómodo a pesar de no haber jugado en la selección. Alex (Domínguez) tuvo un gesto conmigo. El grupo se fue armando de a poco y tuvimos éxito por esa unión.”

“En Chile me costó entrar. No tenía a nadie conocido. Se hizo un poco más difícil. En la selección había tenido a un par de compañeros. En Aucas fue parecido a la selección, a la mayoría los enfrenté y me recibieron muy bien.”

El liderazgo en Aucas

“Uno de los primeros aspectos que tiene que tener un líder es no querer serlo. Cómo lo hice en Católica lo intenté en la selección, en la U de Chile. No va a cambiar mi forma de ser para ser un líder. Trato de preocuparme para que todos estén bien. Nadie puede ser más importante que todo el grupo junto. Me gusta mucho acercarme a los jóvenes. No es que vengo al Aucas con ganas de ser líder. (Víctor) Figueroa, el Polaco (Fydriszewski), Damián (Frascarelli). Hay un montón de líderes.”

La competencia por el puesto

“Damián (Frascarelli) es un gran arquero, lo ha demostrado en varias temporadas. No va a ser fácil conseguir la titularidad. Yo necesito minutos para mostrarme. Eso no me va a regalar nadie. Haré todo lo que esté a mi alcance para jugar. Siempre y cuando las armas sean leales, es lo más normal. Los dos somos grandes. Siempre es bueno tener a alguien con quien competir por el puesto. Hay dos competencias.”

Su situación en Chile

“No era fácil. La hinchada de la U que va al estadio me hizo algo por ser ecuatoriano. Tuve episodios de hinchas de otros equipos con comentarios y actitudes que no me gustaba. Cuando explotó lo mediático, en Chile no se hablaba de otra cosa. Tuve un episodio que cambió todo. Un hincha de otro equipo me dijo bromeando o en serio que nos íbamos a quedar afuera del Mundial. Y estaba con mi hijo. Mi hijo se puso a llorar porque pensó que no iba a ir al Mundial. Hay límites. Cuando pasó eso, ahí entendí que en un punto tenía que tomar una decisión. Mi familia no tenía porqué pasar por esas situaciones. Hay comencé a intentar volver. La hinchada de mi equipo siempre me trató muy bien. Iba a ser todo lo posible para evitar episodios así.”

“Mi esposa recibió algunos mensajes hostiles. Yo jugué 10 años en Católica y yo podía perder 4-0 y podía salir caminando del estadio. Ella no entendió cómo puede pasar algo así, ella no es fanática y no entiende del fanatismo en el fútbol. Cuando la familia se comienza a verse involucrada, para mí ya no tiene sentido. Se juntaron varias cosas y entendí que había que tratar de volver.”

“Estaba en negociaciones con Aucas. Yo no estaba mentalmente para entrenar. Me conozco. No estaba entrenaba concentrado. Hacía trabajo físico, en gimnasio, pero no con el grupo. En el transcurso de la negociación hablé con el técnico y entendió mi decisión. Fue por eso y nada más.”

El recibimiento en los últimos equipos

“En Chile me recibieron los más grandes. Christian Palacios, un chico uruguayo y Felipe Seymour, el capitán. Los más grandes entendemos cómo es esta situación cuando llega alguien nuevo. En Aucas fue todo mucho más fácil, los conocía a todos de enfrentarlos muchas veces. Alex (Domínguez) conversó conmigo y me hizo todo más fácil en la selección. Siempre es un privilegio defender a la selección y hoy puedo decir que tengo amigos.”

El Mundial

“Hice un esfuerzo económico, pero no es lo más importante. No se me ocurre nada más importante que jugar un Mundial. Arriba de eso no hay nada. Yo iba a ser lo que esté a mi alcance para estar entre los 26. Me tocó luchar solo y después entre todos. Hicimos un esfuerzo muy grande. Quise sentirme cómodo para estar. No sabes lo lindo que es que te paren para felicitarte por defender a la selección. El otro día me paró Gonzalo (Plata) mientras estaba comiendo. He aprendido muchísimo en este último año y medio. Representar a Ecuador es lo mejor que me pasó en la vida y estar en el Mundial sería lo más grande.”