Hace pocos años un ocurrido colega en Guayaquil caricaturizó un doloroso acto en la cancha. Un rudo zaguero de Espoli, en un partido ante Emelec, “chocó” fuertemente con un jugador del cuadro eléctrico, Daniel “El Trapito” Vega, quien se levantó del césped para contar los dientes que aún le quedaban firmes en sus mandíbulas y los otros que habían quedado entre el piso y sus manos. Desde ese día, a Nazareno se lo conoció como “El Odontólogo”.
Muchos años atras, al final de los 80’s e inicios de los 90’s, una dupla de temidos zagueros centrales eran el terror de los hábiles delanteros que intentaban encararlos: eran los ecuatorianos Luis Vite y Eddy Guerrero, jugadores de Valdez Sporting Club, subcampeón ecuatoriano en 1991.
Según nuestro querido y recordado compañero de La Red, César Pardo, este par de recios defensas utilizaban todos los argumentos válidos o cuestionados, para detener a los rivales. Usando palabras del fútbol actual: de forma imprudente, de forma temeraria y con uso excesivo de la fuerza; o todas ellas juntas.
Pero la particularidad, según el “Cheche” Pardo, es que los atacantes debían encararlos a los dos que lo esperaban en posta. Por esto, el ocurrido quiteño, jugador y comentarista, los bautizó como el “Anestesista” Vite y el “Cirujano” Guerrero, porque el primero tomaba al valiente jugador que encaraba hacia su arco y con certero puntapié lo dormía. Una vez que la anestesia surtía efecto, llegaba el segundo y le practicaba cualquier tipo de “ectomía”, evitando así un gol en su puerta.
Congratulados, en las últimas semanas hemos presenciado en el fútbol de nuestro país la certificación de otros dos especialistas en ciencias médicas aplicadas al fútbol.
El primero de ellos, tras varios años de intensa práctica y de refinamiento de su técnica, finalmente puede ser considerado como uno de los más destacados en su especialidad. Nos referimos a José Luis Perlaza, zaguero central de Barcelona, que en el partido en el que los canarios jugaron de locales ante Deportivo Quito, propinó un glorioso planchazo en el pecho de Juan Diego Rojas.
Los pupos o estoperoles del defensa ingresaron por entre las costillas y permitieron la toma de muestas de una parte del pulmón del hábil delantero de los chullas. Por esto, con honores y las mejores notas a su haber, y repetimos, tras varios años de constancia y perseverancia, entregamos el título de “Neumólogo” al señor don José Luis Perlaza, quien estamos seguros seguirá practicando con éxito tan loable oficio.
Acusamos recibo de la felicitación que envía al graduado, uno de los más reconocidos en esta área, el holandes Nigel De Jong, autor de un examen similar a Xavi Hernández, cuando Holanda y España se enfrentaron en la final del Mundial de Sudáfrica 2010.
Ese mismo domingo, el de la graduación de “El Neumólogo Perlaza”, pero en Sangolquí, también descubrimos a otro especialista médico entre los futbolistas, en pleno partido entre Independiente del Valle y Emelec.
Al ingresar a la cancha, el defensa de Independiente, Luis Caicedo, se acercó a Leonardo Rolón, el jugador colombiano de Emelec. Según se supo días más tarde, Caicedo le habría preguntado a Rolón sobre su estado de salud, con las típicas cuestiones que los médicos anotan en sus libretas antes del examen de rigor. Que cómo se siente, que qué le duele, que desde cuándo le duele, que si hay antecedentes en la familia de tal o cual enfermedad, que si ha sido operado con anterioridad. Finalmente, procedió al examen que según dicen, todos los hombres debemos realizarnos a partir de determinada edad: el tacto de la próstata.
Caicedo usó una nueva técnica, ensayada con éxito hace pocas semanas por parte de su colega chileno Gonzalo Jara, sobre el uruguayo Edinson Cavani en pleno partido de cuartos de final de Copa América. La técnica estuvo relativamente bien aprendida: porque al igual que Cavani, Rolón reaccionó y empujó a Caicedo, que imitando a Jara, se lanzó al piso fingiendo una agresión del examinado. Lamentablemente para el jugador ecuatoriano, el árbitro no explusó a Rolón como su colega sí lo hizo con Cavani, por lo cual lamentamos que esta envestidura del título de “Proctólgo” no llegue con todos los honores, ni con notas excepcionales. Es decir, “El Proctólogo” Caicedo deberá seguir ensayando más para alcanzar los estándares de excelencia.
Sin embargo de aquello, hemos de felicitar a Jara y a Caicedo porque han sumado un nuevo discípulo en el oscuro y poco comprendido oficio que orgullosamente practican. Un jugador de Vélez ensayó la famosa técnica ante uno de Lanús en el partido entre ambas escuadras por la Copa Argentina. El apellido del zaguero del equipo de Liniers es Amor. Emiliano Amor.
Felicitamos al “Neumólogo” Perlaza y al “Proctólogo” Caicedo por tan destacados logros mientras que a través de la presente nos permitimos citar con urgencia a dos especialistas más:
- Un oftalmólogo que revise los ojos de los jueces Roddy Zambrano y José Luis Espinel, que no vieron ni el “planchazo” de Perlaza, ni el “dedazo” de Caicedo, correspondientemente; y,
- Un psicólogo o directamente, un psiquiatra, que me explique a mí y a muchos de ustedes, como al jugador del Independiente le sancionaron 2 partidos, mientras que el de Barcelona sigue “examinando” campantemente a sus adversarios.