En 1909 cuatro empresarios financiaron la construcción del Indianápolis Motor Speedway para disponer de un sitio donde probar los modelos de la floreciente industria automovilística de la región de Indiana. Hoy la conocida Indy 500 celebrará este 28 de mayo su edición 101 de la sexta cita del calendario 2017 de la Indycar.

La construcción de 2.262.273 metros cuadrados se convirtió en la pista más mística del automovilismo que el 30 de mayo de 1911, celebró la primera edición de las 500 millas que reunió cerca de 90,000 espectadores.

El trofeo Borg Warner, el más legendario del deporte, fue diseñado por Robert J. Hill y la joyería Spaulding-Gorhan de Chicago, mide 165 centímetros y pesa cerca de 50 kilos, su costo fue de 10,000 dólares pero se calcula que ahora rondaría el millón. Por el momento el ganador se lleva una réplica reducida. En el ranking de ganadores con cuatro éxitos se encuentran: A. J. Foyt, Al Unser y Rick Mears y ahora Fernando Alonso intentará incluir su nombre en la prestigiosa lista de ganadores.

Se estipula que la participación del bicampeón de F-1, Fernando Alonso, una influencia que es incuestionable en la repercusión que va a tener la carrera en Europa y en Asia, especialmente China y Japón, donde Alonso tiene millones de seguidores, está influyendo en la venta de entradas y que a causa de esto los 7 tipos más caros ya estén agotados, algo que normalmente suele ocurrir a principios de mayo y no a mediados de abril como ha ocurrido ahora.

La cita más prestigiosa de la Indycar publicó por primera vez en la historia el cartel de ‘no hay billetes’, si bien las localidades más caras se suelen acabar, sí suele ser relativamente sencillo comprar accesos generales, incluso, el mismo día de la carrera.