No sé a ustedes pero al Aucas se lo extrañaba por Andrés Villamarín

No sé a ustedes pero al Aucas se lo extrañaba por Andrés Villamarín

No sé si a ustedes les pasa, pero en mí se genera un sentido afectivo muy fuerte el ir a ver a Sociedad Deportiva Aucas. Sin duda es un club, que pese a no ser hincha, ni verme identificado con esos colores, me genera un sentimiento positivo y negativo.

Ser seguidor de este club invoca un amor infinito, de esos que son pasajeros o casi inexistentes. Yo lo catalogo de esa manera porque al amor se lo ve en las malas, cuando hay más razones para estar lejos.

Es muy difícil encontrarle una lógica a que existan familias auquistas. Tres generaciones acudiendo al estadio no por tradición, sino por convicción, es un fenómeno social que rompe la cordura si nos remontamos a que en estos casi 73 años de vida, el club nunca ha sido campeón. Entonces se generan varias preguntas, donde los resultados resultados son un parámetro de éxito en el fútbol moderno, no tendría ningún sentido.

¿Cómo se puede amar con locura a un equipo que no ha dado una vuelta olímpica? ¿Cómo pueden haber nuevas generaciones de hinchas? Así, un sinnúmero de interrogantes que se vienen a la cabeza. Las respuestas surgen al entender que la pasión, y sobretodo el amor a estos colores, van ligados con su historia, sus raíces y a todo lo que les tocó vivir en una montaña rusa de emociones, donde tuvo más finales obscuros pero los de nostalgia y felicidad quedan en la memoria de los orgullosos hinchas orientales.

En 1945, el equipo ex petrolero consiguió su primer campeonato provincial, y no solo eso, sino que agrandaron su palmarés repitiendo el titulo por cinco años consecutivos, 1945, 1946, 1947, 1948 y 1949. Un pentacampeonato histórico y más aún si en las tres primeras ediciones salió invicto. Sin duda, el equipo sentó un precedente en Pichincha que hasta ese entonces resultaba casi imposible de igualar.

El pentacampeonato provincial generó un romance con los ciudadanos de la provincia de Pichincha, que en su mayoría se identificaron con el equipo Oro y Grana. Para ese entonces, Aucas empezó a ser una especie de ídolo. En cada presentación llenaba el Estadio del Arbolito, donde se generó clamor en los hinchas por el profesionalismo de los jugadores.

En 1957, Aucas disputó el campeonato nacional Deportivo Quito, Barcelona y Emelec. Los eléctricos salieron campeones. El equipo que lo dirigía Luis Torres finalizó último en su primer torneo a nivel país.

Los años transcurrieron y “El Ídolo del pueblo” no logró tener un éxito rotundo como los de antaño. Sin embargo, en 1969, estuvo cerca de llegar a Copa Libertadores con jugadores paraguayos como Lezcano, Rolón y Schetina. A ellos se sumaron los naciones que era comandada por el gran Miguel Pérez. Todos ellos fueron artífices para tener un campeonato con un sabor insípido y quedar terceros.

La historia del 69, se repitió, en 1975 donde Aucas también terminó tercero. Se quedó a las puertas de la tan ansiada Copa Libertadores de América. El equipo de Ernesto Guerra no pudo ganarle al Deportivo Cuenca en un partido definitivo.

Las malas empezaron a llegar, el club ingresó en una crisis de resultados y el equipo empezó a sufrir en los campeonatos nacionales hasta descender, no solo a la Serie B sino a la segunda categoría. Pese a todo eso,  la hinchada acudió a presenciar al equipo de sus amores.

En medio de tanto dolor, los hinchas orientales vieron una pequeña luz de ilusión en 1986, cuando en la presidencia de Jaime Bowen se empezó la construcción del Estadio Gonzalo Poso Ripalda. La obra duró ocho años. En 1994, Aucas cuentó con su escenario deportivo. De esta forma, se conviertió en el primer equipo de la capital en tener su propio estadio.

Los títulos provinciales ya eran lejanos. Para los 90 e inicio del siglo XXI rondó la incertidumbre en los pasillos orientales , hasta cierto punto resignación. Sin embargo 2001, Aucas debutó en torneos internacionales. Lo hizo ante el Necaxa de Alex Darío Aguinaga. Para sorpresa de propios y extraños, el elenco ex petrolero se convirtió en el primer equipo, y hasta la fecha, único en ganar en México.

En el año 2004, Aucas conformó un equipazo, sin dudas uno de los mejores de la historia que quedará en el recuerdo aquella primera etapa, donde dominaron el torneo bajo la dirección de Luis Fernando Suárez, que a por aquel notable semestre fue a la Selección Ecuatoriana de Fútbol.

Ese Aucas estuvo compuesto por René Higuita, arquero internacional colombiano, que   llegó a defender los tres palos. En defensa estuvieron Renán Calle y Jairo Campos, que años más tarde serían campeones de América con otra camiseta.

El medio campo y delantera era una maquina de buen fútbol y goles: Vilson Rosero, Rolando Parrales, Enrique Vera, Mario Lastra, Joffre Guerrón, Gustavo Figueroa y el gran Agustín Delgado. Ellos fueron parte de un equipo que arrasó en el primer tramo del año. En la segunda parte se vio perjudicado con la salida de su técnico y algunos jugadores claves. Sin lugar a dudas aquel equipo debió tener mejor suerte.

En la memoria del hincha oriental quedará tatuado aquella paliza táctica Liga Deportiva Universitaria en el Superclásico capitalino. 5 goles por 1 fue el resultado de aquella mañana. Una jornada inolvidable que será inmortalizado por el seguidor amarillo.

Lo peor estaba por venir: disputas dirigeciales, riñas internas, deterioro institucional, causaron el descenso 2006. Aucas no pudo sostener la categoría y cayó a la Serie B. Previo al partido con el Deportivo Cuenca, que trajo la perdida de categoría, hubo un compromiso para recordarlo ante Deportivo Quito en el Atahualpa. El ídolo perdía y en los últimos 5 minutos pudo darle la vuelta al resultado. Eso le alargó la vida en las 2 últimas jornadas.

Pese al recordado estímulo, Macará le puso una estocada al golearlo en Ambato y en el duelo con los azuayos de cierre de temporada Aucas descendió.

Fueron tres años en la Serie B y el equipo lejos de volver a la máxima categoría, cayó en la Segunda Categoría. Un momento doloroso fue la goleada del Atlético Audaz en Machala. Aucas perdió 4 goles por 0 el 31 de octubre del 2009, un verdadero día de brujas.

El infierno de segunda parecía ser momentáneo. En el 2010 renació el fenómeno auquista. Los hinchas coparon el Estadio Olímpico de Ibarra. Todos viajaron con la ilusión de ver retornar a su equipo, pero en la agonía de aquel partido, El Valle del Chota dejó una triste cicatriz en el corazón del mundo oriental.

Aucas tuvo que jugar en canchas desastrosas como la de Guano, Joya de los Sachas, Echeandía, entre otras, esto no fue factor de abandono. Los hinchas auquistas siempre acompañaron a su fiel amigo. La pesadilla terminó en plenas fiestas de Quito del 2012. Aquel 6 de diciembre, Aucas goleó 3 por 0 a Deportivo Cañar y ascendió a la Serie B.

En el 2013, Aucas construyó una base de jugadores que alcanzaron el retorno a la Serie A en el 2014.

Aquella temporada, ‘Papá’ tuvo una ventaja de puntos en la tabla acumulada para jugar la antepenúltima fecha frente a Liga de Portoviejo. En ese partido conseguía la posibilidad de regresar a la categoría que se merece. En una jornada histórica e inolvidable, sus fieles llenaron el Estadio Olímpico Atahualpa.

A el partido se lo puede comparar con una final de campeonato o de un partido de eliminatorias. El domingo 16 de noviembre del 2014 quedará en el recuerdo de la fanaticada oriental de haberse sacado 8 años de infierno. El penal agónico de Jimmy Delgado, no solo lo gritó el hincha de Aucas sino algunos de otros equipos que añoraban la vuelta de un grande a la serie de privilegio.

En 2015, Aucas volvió a la Serie A y no solo eso; logró meterse a Copa Sudamericana bajo la dirección de Carlos Ischia.

Tabaré Silva tomó el equipo y en aquel torneo quedó eliminado por el Real Garcilazo de Perú. En el 2016, el fantasma del descenso volvió a aparecer en una campaña que trajo una nueva decepción en la hinchada.

En el 2017, Aucas volvió a jugar en la Serie B.  Menos mal para sus hinchas, el equipo retornó a la serie de privilegio con un golazo de Michael Jackson Quiñónez en el Bellavista de Ambato ante Técnico Universitario. Esa anotación puso el corazón oriental en su sitio.

Increíble que en todos estos años los momentos de alegría han sido casi inexistentes. Digo increíble porque me resulta difícil asimilar que el hincha no abandonó a su equipo. Vaya fenómeno curioso y hasta cierto punto raro en este fútbol exitista.

El hincha de Aucas tiene una linda rareza, se diferencia del resto, no presume campeonatos pero si amor, lealtad, respeto por los colores. Algo que en la actualidad parece difícil.

Salud por la vuelta de un equipo histórico para la ciudad. Orgullo infinito para sus hinchas, que este retorno sea prolongado y lleno de éxitos. ¡Se te extrañaba Auquitas!

Producción

 

Su opinión nos importa

* Al llenar este formulario, manifiesta su consentimiento libre, específico, informativo e inequívoco del uso de los datos personales proporcionados, por parte de RADIO LA RED de conformidad con la política de protección de datos personales y la legislación vigente para el efecto.