El 13 de septiembre, por un partido de fútbol sala entre Fluminense da Bahia y Atlético Brasileense, se vivió un hecho antideportivo cuando el jugador Alcione agredió al árbitro, como protesta por un gol de Fluminense.
El jugador de Atlético Brasileense, no estuvo de acuerdo que el árbitro, Marcos Nogueira, pasara por alto una falta previa al gol. Entonces, con la calentura del partido, decidió enviar al árbitro al suelo con un fuerte cabezazo y, tendido en el piso, propinar una patada directamente al rostro del colegiado.
Esta agresión injustificada, por parte del jugador, le costó salir del campo de juego detenido por las autoridades. Por otro lado, el árbitro Marcos Nogueira, terminó en el centro médico con una fisura craneal.