La sexta fecha de las eliminatorias rumbo al mundial 2026, nos trajo el Súper Clásico entre Brasil y Argentina. Un partido algo extraño, ya que, tras una contienda entre los aficionados brasileños y argentinos, donde se rompieron asientos, sucedieron cruces de palabras y golpes entre los aficionados. Los jugadores de ambas selecciones intentaron calmar estos acontecimientos, pero tras la negativa, el capitán argentino Leo Messi y sus compañeros abandonaron el terreno de juego.

Tras 15’ minutos los disturbios disminuyeron y los Albicelestes volvieron a saltar al campo, dando inicio al partido. Donde el primer tiempo fue una mezcla de faltas y roces entre los jugadores, una primera parte conflictiva que careció de goles.

En el segundo tiempo, Brasil salió con una marcha más jugando bien al contragolpe, pero la poca efectividad de cara a gol les impidió abrir el marcador, mientras la albiceleste jugaba de manera más pausada, tratando de madurar las jugadas, se encontró con el cerrojo de la canarinha que le impedía anotar, hasta que en el minuto 63’ tras un saque de esquina Nicolás Otamendi se elevaría desde el centro del campo para poner el definitivo 0-1 en el marcador sacando los tres puntos en un campo complicado como el Maracaná.