Los seleccionados argentinos recién pisaban el campo de juego para adentrarse en las primeras fases de calentamiento, y Maradona ya había llamado la atención al invitar a una aficionada a su palco y al bailar con ella. Una acción que provocó la ovación de todo el Krestovski ubicado en San Petersburgo.
En el primer gol de Leo Messi, a los 15 minutos del cotejo, desató la euforia del “Pibe De Oro” quién en su celebración agradecía a Dios. Hasta aquí, no había mucho que reprocharle a Maradona. En la conclusión del primer tiempo, se vio a un Diego dormido y fue proyectada en las pantallas del estadio.
En el milagroso gol de Marcos Rojo, Diego no pudo controlar su emoción al festejarlo con gestos obscenos y comentarios fuera de lugar. Tras el pitazo final, aficionados querían aprovechar para sacarse una foto con Diego, pero en su intento de acercarse, encontraron al exfutbolista que estaba con ayuda de paramédicos del estadio.
Estos vídeos se viralizaron inmediatamente y rumores aseguraban que su estado de salud requería de asistencia automáticamente y que por esa razón, fue enviado a un hospital. Horas después del incidente, Diego desmintió estas suposiciones en su Instagram y explicó el por qué de su repentino estado de salud.
“Quiero contarles que estoy bien, que no estoy ni estuve internado. En el entretiempo del partido con Nigeria me dolía mucho la nuca y sufrí una descompensación. Me revisó un médico y me recomendó que me fuera a casa antes del segundo tiempo, pero yo quise quedarme porque nos estábamos jugando todo. ¿Cómo me iba a ir? Les mando un beso a todos, perdón por el susto y gracias por el aguante, hay Diego para rato!”
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Foto: fifa.com