Hoy, 2 de julio, el fútbol ecuatoriano celebra un hito histórico. Hace 16 años, Liga Deportiva Universitaria de Quito se coronó como el primer y único equipo ecuatoriano en ganar la Copa Libertadores.
Esta gesta memorable comenzó en el Grupo 8 de la Copa Libertadores 2008, donde LDU enfrentó a Fluminense (Brasil), Arsenal (Argentina) y Libertad (Paraguay), finalizando en segundo lugar con 10 puntos, detrás de Fluminense que acumuló 13 puntos.
La travesía de LDU hacia la gloria eterna, comenzó en los octavos de final contra Estudiantes de la Plata (Argentina). En Quito, los aficionados celebraron una victoria 2-0. Aunque perdieron 2-1 en Argentina, el marcador global de 3-2 les permitió avanzar a la siguiente ronda.
En los cuartos de final, LDU se midió ante San Lorenzo (Argentina). Tras empatar 1-1 en ambos encuentros, los penales decidieron el pase a la siguiente fase. Aquí emergió el héroe de esta edición, José Francisco Cevallos, cuyo desempeño fue crucial para la clasificación.
Las semifinales fueron contra América de México. Un empate 1-1 en el estadio Azteca y un empate sin goles en Quito llevaron a LDU a la final, donde se reencontraron con Fluminense, su rival del grupo.
El 25 de junio de 2008 en el Estadio Rodrigo Paz Delgado (anteriormente conocido como Casa Blanca), LDU ofreció una demostración magistral de fútbol, venciendo 4-2 a Fluminense. La vuelta, el 2 de julio de 2008, se jugó en el mítico Estadio Maracaná. El partido culminó 3-1 a favor de Fluminense, llevando el marcador global a un empate 5-5. Sin embargo, el destino de la copa se decidió en los penales, donde José Francisco Cevallos se convirtió en el héroe al atajar tres penales, asegurando la victoria para LDU y para todo Ecuador.
Liga de Quito con figuras destacadas como: el capitán Patricio Urrutia, Joffre Guerrón, Luis Bolaños, Claudio Bieler y Damián Manso, levantó el trofeo de la Copa Libertadores, dando al país su primer y único título en esta prestigiosa competición.
Hoy, 16 años después, los hinchas recuerdan con orgullo y emoción aquella hazaña histórica que inmortalizó a LDU en el fútbol sudamericano.
