Tras el suceso que empañó la celebración de la consecución de la Copa del Mundo femenina, las críticas hacia el presidente de la Real Federación de Fútbol Española (RFEF), Luis Rubiales, no han hecho más que crecer. Recordemos que Rubiales no solo realizó gestos obscenos desde el palco, sino que también besó sin consentimiento a la capitana del equipo, Jenni Hermoso y luego minimizó el asunto.

En la escala de Sídney a Madrid, en Doha, Rubiales grabó un video de disculpas en el que dice que todos los sucesos fueron consecuencia de la algarabía y no fueron premeditados. No obstante, se había pedido a Hermoso que aparezca también en el video, per ésta se negó y dijo que no quiere hablar de nada que sea ajeno al título mundial.

Las imágenes han dado la vuelta al mundo. Ahora será el Gobierno al que le toque mover las fichas, ya que la Federación mantiene su posición. De momento, Yolanda Díaz, vicepresidenta en funciones ha asegurado que no le sirven las excusas, y que se debe cumplir la ley del deporte y los protocolos de la propia Federación. Por eso ha pedido la dimisión de Rubiales.

Díaz ha vuelto a pedir este martes la dimisión de Luis Rubiales a través de un tuit tras conocer que el presidente de la Real Federación Española de Fútbol rogó sin éxito a Jenni Hermoso que lo defendiera en un comunicado conjunto. “Esto es un jefe presionando a una trabajadora para que encubra el abuso que ha sufrido. Es gravísimo y denigra al deporte español”.

“El señor Rubiales tiene que ser apartado de sus funciones. Que se ponga en marcha el protocolo de actuación frente a la violencia sexual”, escribió Marta Lois, portavoz del partido en el Congreso.

La ex presidenta del Consejo Superior de Deportes (CSD), Irene Lozano, ha elevado incluso las exigencias de Yolanda, pidiendo al que ahora ocupa su puesto, Víctor Francos, que despida a Rubiales ya que entiende que este no va a dimitir.

Esta moción ha sido secundada por miembros del consejo de ministros y la propia Ministra de Trabajo, quienes también pidieron el despido de Rubiales. La vicepresidenta Díaz llevó personalmente esta petición hasta los oídos del Rey quien aún no se ha pronunciado sobre el tema.