Michael Storer dominó el Balcón de Alicante y se quedó con la etapa 7 de la Vuelta a España. Primoz Rolig apretó el ritmo en el último ascenso y logró mantener el liderazgo de la clasificación general.
La séptima jornada comprendió un recorrido de alta montaña, con una distancia de 152 km entre Gandía y Alicante, con una exigente llegada en alto en el Balcón de Alicante.
Como es costumbre en una etapa con tanto desnivel, la carrera se fragmentó en varios grupos. Pavel Sivakov, Michael Storer y Lawson Craddock se enfrascaron en una batalla durante los sesi puertos de montaña para pelear el maillot de lunares azules. Finalmente, el del INEOS Grenadiers se quedó con la punta de la clasificación de la montaña.
En el pelotón marchaban los favoritos, con Primoz Roglic cuidando el maillot rojo y manteniéndose a rueda de sus amenazas.
A 43 KM de meta, el veterano Alejandro Valverde sufrió una caída. Pese a que el elemento español se volvió con dificultades a la carretera, se detuvo kilómetros más adelante y abandonó la competencia. El ‘Bala’ no había renunciado a una carrera desde 2002.
Caundo el lote llegó al Balcón de Alicante se redujo a un grupo de escaladores. Richard Carapaz soportó el ritmo durante unos kilómetros de ascenso, pero posteriormente no logró tolerar las exigentes inclinaciones del puerto y cedió. Storer había dejado en el camino a Sivakov y se marchó con un fuerte ataque hasta meta, perseguido únicamente por el local Carlos Verona y quien no pudo darle caza al australiano.
Roglic apretó el ritmo para dar caza a uno de los grupos perseguidores en donde marchaba Felix Grossschartner, su principal amenaza en la general. El esloveno logró su cometido, llegó a 3:33 del ganador y se quedó con el maillot rojo al final de la etapa.
La Locomotora del Carchi sufrió un ligero desgaste y cedió algunos segundos, terminando a 4:03 de Storer. En la clasificación general, el carchense escaló hasta la casilla 16, pero incrementó la diferencia respecto al del Jumbo-Visma hasta los 2:48.
